lunes, 31 de octubre de 2011

PROYECTO PARROQUIAL

PROYECTO INSTITUCIONAL DE LA PARROQUIA
“JESÚS MISERICORDIOSO” DE
ISIDRO CASANOVA.
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA ARGENTINA
El 26 de junio de 1970, en la calle Alberti 913 de la ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se fundó la Iglesia Católica Apostólica Argentina.
El entonces Padre Leonardo Morizio Domínguez (sacerdote Ordenado en la Iglesia Católica Apostólica Romana) Ex capellán Castrense ( militar) Fue luego de alejarse de su Iglesia de origen -teniendo la inquietud de una Iglesia nacional -comenzó con consultas en EEUU y luego viajó a Brasil, sede de la Iglesia Brasileña I.C.A.B. Allí, Dom. Carlos Duarte Costa había fundado el 6 de julio de 1945 la Iglesia Nacional de Brasil. En 1971 la I.C.A.A. había sido registrada en Culto (Nº 1271).
El padre Morizio Domínguez recibe recién el 6 de julio de 1972 la consagración Episcopal de manos de Dom. Luigi Máscolo
En 1973, como Obispo Primado de la Argentina Monseñor Morizio crea la Diócesis de San Vicente que se suma a la de Buenos Aires y consagra a Monseñor Pedro Badanelli (abogado y escritor) que fuera sacerdote de la Iglesia Católia Apostólica Romana.
La I.C.A.A. a la que se le agrega el predicativo de NO ROMANA llega al interior. Berazategui, San Fernando (en la provincia de Buenos Aires) Córdoba, Tucumán, Salta, Jujuy y se sigue extendiendo a todo el país.
En 1980 consagra Obispo Auxiliar a Monseñor José Eugenio Tenca Rusconi.
En 1984 fallece Mons. Morizio.
Mons. Tenca Rusconi funda los “Sacerdotes Obreros Misioneros” dentro de la I.C.A.A.
En 1995 Mons. Tenca Rusconi Consagra Obispo a Mons. Luis Bergonzi Moreno.
En Diciembre de 2002 fallece Tenca Rusconi y asume como Primado Mons. Luis Bergonzi Moreno.
 PRINCIPIOS
Respondiendo al mandato de Nuestro Señor Jesucristo, la Iglesia impulsa con renovada fuerza la urgente misión de evangelizar la cultura y las culturas. La Iglesia Católica Apostólica Argentina se reconoce a sí misma instrumento privilegiado en este empeño evangelizador, según las claras enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.
Nosotros queremos trabajar con la juventud de nuestro barrio que está en peligro con el flagelo de la droga y el alcohol no teniendo en sus familias la contención necesaria para un satisfactorio desempeño de su formación personal, trabajando a la par de sus familiares y amigos siendo un refugio de contención y paz en el contexto sociocultural de la zona donde vivimos. También queremos crear un seminario diocesano en el cual estudien aquellos jóvenes que gracias a nuestro ejemplo y acompañamiento quieran servir de un modo más comprometido en la Iglesia Católica Apostólica Argentina.
La misión de la Iglesia Católica Apostólica Argentina es la constante búsqueda de la verdad mediante la investigación, la conservación y la comunicación del saber humano para bien de la sociedad, en un marco de excelencia académica, liderazgo en el campo del conocimiento y compromiso con la comunidad, sin miedo al oscurantismo y al progreso de la ciencia.
Al mismo tiempo, en la Iglesia Católica Apostólica Argentina, en cuanto Católica, los estudios y enseñanzas se han de realizar e impartir a la luz de la Fe, es decir, del reconocimiento de la Verdad Revelada, de tal forma que la actividad sea presidida e inspirada por dicha verdad, que se encuentra en la Sagrada Escritura y en la Tradición, con la guía del Magisterio de la Iglesia que, por institución divina, es su maestra y custodia.  Por ello, la fe católica impregna:
• la investigación y la enseñanza,

• la formación de los miembros de la comunidad y

• la misión de servicio y compromiso con la sociedad y la Iglesia.
La Iglesia organiza la enseñanza y formación integral para preparar a la juventud y a todas aquellas personas con vocación, en la labor específica de la cultura, de la investigación científica, del ministerio de la docencia superior y en el ejercicio de las profesiones liberales, cuidando de promover tanto su especialización científica, profesional, artística o técnica, cuanto su cultura universitaria y superior, haciéndola capaz de ejercer su vocación con competencia y un recto sentido católico de los propios deberes y cumplir así un rol fundamental en la sociedad.
Por su propia identidad, la Iglesia Católica Apostólica Argentina debe dar una respuesta adecuada a los graves problemas contemporáneos, particularmente de la realidad Argentina y regional, en el complejo campo de la cultura intelectual moderna, descubriendo en la Palabra revelada por Dios una interpelación, un mandato y un sustento.
La Iglesia Católica Apostólica Argentina procura lograr “una presencia, por así decir, pública, continua y universal del pensamiento cristiano en todo esfuerzo tendiente a promover la cultura superior y, también, a formar hombres insignes por el saber, preparados para desempeñar funciones de responsabilidad en la sociedad y a testimoniar su fe en el mundo”.
Como institución independiente de la administración de Roma, la Iglesia Católica Apostólica Argentina, conforme le fuera eventualmente solicitado por los Obispos diocesanos, en la medida de sus posibilidades y cumpliendo con las normas canónicas y civiles, podrá crear sedes en todo el país, salvadas las condiciones de racionabilidad y factibilidad académica y económica de cada proyecto.
Para todo ello, se ha de constituir como auténtica comunidad, es decir, espacio humano vitalizado por la fe que brinda un desarrollo equilibrado e integral de la persona.
En su misión, la Iglesia está animada por un espíritu evangélico misionero, de apertura y pluralismo. Por ello ha de proveer el ámbito donde se promueva el diálogo entre creyentes y no creyentes, sin renunciar a la verdad, en la mayor caridad.
En resumen, La Iglesia Católica Apostólica Argentina ha de brindar una formación integral, que realice la síntesis entre excelencia en el campo profesional y compromiso social desde una cosmovisión humanístico-cristiana.
LINEAS DE ACCIÓN
Para garantizar en los próximos años la concreción de los principios que se enuncian precedentemente, se adoptarán las siguientes líneas de acción.
La misión de la Iglesia ha de impregnar vitalmente toda su estructura y reflejarse en cada una de sus actividades, de tal manera que se constituya como un centro de altos estudios, según la más rigurosa concepción de una auténtica institución de formación profesional, mediante equipos de investigación, enseñanza y servicios de excelencia constituidos por profesores y estudiosos calificados que preparen a los jóvenes para que ejerzan su vocación con competencia y un recto sentido católico de sus deberes.
El diálogo entre ciencia y fe, señalado como prioritario por la Iglesia, se ha de asumir en toda la institución, ante todo, en el ejercicio ordinario de la docencia y la investigación, y mediante acciones concretas que fomenten una efectiva integración del saber. Particularmente, se promoverán cursos, conferencias, jornadas y trabajos de investigación, fundamentalmente a través de la comisión para la integración del saber y de cada una de las Instituciones Educativas que quieran colaborar con nuestro proyecto. Las Facultades de Teología y de Filosofía y Letras han de desempeñar un papel fundamental en este campo.
Las asignaturas filosóficas y teológicas deberán implementarse y articularse en conjunción con las disciplinas específicas, de modo que respondan a la unidad del saber y la formación integral del alumno. Estarán presentes en los planes de estudio de las diferentes carreras de manera tal que sean realmente formativas. Con motivo de la renovación de los planes de estudio, los docentes formarán una comisión que estudie esta temática y eleve sus conclusiones al rector de dicha institución.
Para la conformación de una auténtica comunidad evangelizadora han de promoverse encuentros y actividades espirituales, pastorales, culturales, sociales y recreativas destinadas a alumnos, docentes, graduados, directivos y administrativos. Una especial atención merece la integración de los alumnos que estudian en el seminario diocesano de la Iglesia Católica Apostólica Argentina que están en todo el país. Para tal fin, se ha de procurar una acción convergente de la Comisión de Espiritualidad y Acción Pastoral de la Parroquia y de las unidades académicas, especialmente a través de los tutores de los primeros años de estudio y del diseño de actividades comunes de integración, como los cursos de ambientación, “Cultura FUCOA ”, etc.
Las actividades deportivas y artísticas serán promovidas como valiosos instrumentos para un desarrollo integral de la persona y la integración de la comunidad parroquial.
Desde su identidad eclesial y conciente de su misión social, la Iglesia debe ser instrumento cada vez más eficaz de progreso cultural tanto para las personas como para la sociedad y debe empeñarse con espíritu cristiano de servicio a los demás en la promoción de la justicia social, al servicio del crecimiento integral de la persona.
Para lograr una Comunidad comprometida se debe impulsar a docentes, estudiantes, directivos y personal no docente a que formen una comunidad auténticamente humana, animada por el Espíritu de Cristo y que se distinga por su apertura solidaria al prójimo y su compromiso con los más necesitados.
Este compromiso con la comunidad se materializa en acciones concretas de extensión, productos de investigación, servicios y transferencias de tecnología.
Para el desarrollo de actividades de prestación de servicios se definirá una política adecuada para nuestra Institución, que permita que dichas actividades se complementen con las tareas de docencia e investigación.
La Iglesia establecerá y mantendrá vínculos con los diversos ámbitos disciplinarios y profesionales con el fin de actualizar el conocimiento que imparte, conocer el estado de cada ciencia y facilitar a sus estudiantes y graduados el acceso a ideas, información y trabajos de actualización de especialistas locales y externos.
       
Asimismo, mediante el aporte de su excelencia académica, la Iglesia se vincula con instituciones de Educación Superior, de tal manera que aquellos egresados que tuvieren vocación universitaria puedan continuar sus estudios. También se relaciona con otras instituciones del sistema educativo, a través de los acuerdos pertinentes que procuran atender sus requerimientos.
Para lograr una Comunidad Comprometida se necesita la colaboración de todos y cada uno de los miembros de la comunidad. Para ello, se fijan las siguientes líneas de acción:
Se promoverán programas y proyectos solidarios y de servicio comunitario. Estas actividades incluirán –prioritariamente- servicios a centros comunitarios, comedores infantiles y movimientos eclesiales, otorgando preferencia a la “opción preferencial por los pobres”. Eventualmente se estudiará la implementación de proyectos sociales para regiones marginales del país.
Asimismo, en la medida de sus posibilidades la Iglesia colaborará con organizaciones eclesiales y no gubernamentales en el desarrollo de programas y proyectos de extensión.
En esta materia, la labor del Centro Coordinador de Apoyo al Tercer Sector será acompañada por actividades de extensión desarrolladas en otras unidades de la Iglesia.
La Iglesia Católica Apostólica Argentina definirá una política de servicios a terceros, respetando sus características propias y su misión específica y, adoptará las medidas para implementar servicios a terceros, de transferencia de tecnología y de consultoría externa.
Se programará la actividad de extensión cultural de la Iglesia Católica Apostólica Argentina mediante la organización de cursos para docentes, alumnos, administrativos y sus núcleos familiares.
La Secretaría Académica implementará las medidas tendientes a promover la vinculación con instituciones de Educación Superior no universitarias, especialmente para facilitar a sus egresados la continuación de estudios universitarios.
La Iglesia está abierta a la sociedad poniendo a disposición de distintas entidades de bien público su “campus”, para la concreción de actividades de tipo religiosas, artísticas, culturales y deportivas, en especial durante los fines de semana.
Con el propósito de cumplir con la misión de integrar la acción de la Iglesia Católica Apostólica Argentina con la sociedad y considerando sus implicancias académicas y de infraestructura, se estudiará la posibilidad de desarrollar un micro polo tecnológico donde converjan la investigación de la Iglesia, la actividad y aportes de empresas, el asesoramiento y financiamiento de organismos nacionales e internacionales de educación.

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